Cada 12 de abril se celebra el Día Internacional del Helado y, aunque se desconoce porqué se eligió esta fecha como emblemática, en esta nota de nuestro INNblog nos adentramos en una odisea increíble por cada escenario geográfico y los personajes que con sus descubrimientos hicieron posible dar con la mejor creación del mundo: el gelato italiano.
Pero antes, les contamos 7 datos curiosos que pocos imaginan sobre el helado y que nos gustaría que conozan.
¿Sabías qué?
No es sólo una obra de arte deliciosa, sino que esconde muchos secretos:
- Los helados de leche aportan hasta el 15% de calcio recomendado a diario y también otros minerales como fósforo, magnesio, sodio y potasio.
- Son una importante fuente de proteína y vitaminas A, B2, B6, C, D y E.
- Es un postre que todos pueden comer y si pensaste que no, te invitamos a conocer los helados sin azúcar de Innamorato
- El helado es más dulce cuando está caliente que cuando está frío.
- Es la mejor medicina para el corazón e incluso para el estrés, aumenta los niveles de serotonina (hormona de la felicidad) y también genera endorfinas.
- Puede ser el pretexto perfecto para automimarte o compartir un rico momento con quien quieras.
- Lo podés pedir desde donde quieras menos desde el espacio exterior, según la NASA es una de las cosas que más extrañan, junto con la pizza.
Ahora…¿A quién se le ocurrió semejante creación?
Ya sabemos que existe el día internacional del helado. ¿Pero de quién fue la idea? El origen de los helados es muy antiguo. Algunos señalan que fue en China varios siglos antes de Jesucristo, cuando la Dinastía Shang, utilizaba un método para crear mezclas de nieve con leche, miel y frutas.
También se conoce que, durante la Edad Media, en las cortes árabes se preparaban productos azucarados de frutas y especias enfriadas con hielo de las montañas. A esta mezcla se le llamaba «sharbat» y, luego, al integrarlas en sus costumbres los turcos la denominaron «şerbet».
Otros sostienen que los romanos son los inventores del clásico “sorbete” y que, sus ingredientes eran también nieve, frutas y miel. Cuentan que el emperador Nerón hacia traer nieve de los Alpes para que le prepararan esta bebida helada.
Tan rico alimento se expandió por diversas culturas del viejo mundo. Ya en tiempo del antiguo Egipto, el helado se llevaba a la mesa del faraón y se servía en los banquetes en copas de plata. Era una especie de granizada de jugo de fruta casi helada.
Se dice que los persas también lo servían en la mesa de los potentados. Y, de ellos aprendieron los griegos, que se aficionaron a esta golosina cuando Alejandro Magno la probó por primera vez, en el siglo IV a.C. Así fue como en su corte se adoptó enterrar en la nieve ánforas (grandes vasijas) que contenían frutas mezcladas con miel, de esta forma se conservaban mejor y se servían heladas.
Marco… Polo
Pero es precisamente en la Italia de la Baja Edad Media cuando el helado toma carácter de “europeo”. Cuenta Marco Polo en su Libro de las maravillas del mundo, donde recoge experiencias de viajes por la China del siglo XIII, que cuando estuvo en la corte de Kublai Khan le ofrecieron leche helada con azúcar y jugos de fruta.
De hecho, corre por ahí el rumor de que el nombre de los helados que originalmente se, llamaban polos, paletas para nosotros y mundialmente conocidos como Icepops, surge en Estados Unidos en homenaje a Marco Polo.
Pero, fue en el año 1660 cuando el siciliano Francesco Procopio dei Coltelli inventó una máquina que formaba una crema helada con frutas, azúcar y hielo, muy similar a la que hoy conocemos pero un poco más “escarchada”.
Luego, en la época del Renacimiento en Italia se popularizó un nuevo producto: el helado elaborado con leche, nata y huevos. Y, aunque durante muchos años los heladeros italianos guardaron el secreto de preparación, para el siglo XVIII, comenzaron a incluir en los libros de cocina las recetas de helados.
De Florencia pasó a París, donde se convirtió en el secreto reposteril de Catalina de Médicis el día de su boda con Enrique II de Francia en 1533.
Catalina llevó consigo desde Florencia reposteros y “hacedores de helados” que sirvieron a los invitados, durante los treinta días que duraron las celebraciones, gran variedad de helados de fruta.
Por último, fue para 1846 cuando la americana Nancy Johnson inventó la primera heladora automática. A partir de este hecho empieza la verdadera historia de la producción industrial del helado y con ella surge el día internacional del helado.
Argentina y la tradición italiana para hacer helados
Si bien en las provincias andinas se tomaban “raspadillas” y “cremoladas” hechas con hielo de las sierras y Cordillera, triturado y saborizado; el helado argentino no se explica sin la inmigración italiana.
Los maestros del gelato, fueron transmitiendo el arte de la elaboración a sus hijos, nietos y sobrinos, quienes siguieron el legado de la receta tradicional.
¿Qué diferencia al auténtico gelato italiano? Para responder a esa pregunta te invitamos a descubrir cómo se fabrica el helado artesanal con tradición italiana. Ingrs en la nota con el paso a paso de nuestra INNfactory, contado por la especialista Lucía.
Los esperamos en nuestros locales para festejar todos juntos el Día Internacional del Helado!